Cabeza Sin Piojos

La pediculosis es una ectoparasitosis muy común en nuestro medio. Se produce por la infección de un parásito: el pediculus capitis. Este parásito se presenta en tres formas en el humano que corresponden a sus tres etapas evolutivas: el huevo (liendre), la ninfa (piojo bebé) y el adulto (el piojo).
El número de personas infectadas ha aumentado a nivel mundial desde los años 60 alcanzando actualmente miles de millones de afectados.
No existe un método que, de una sola vez, erradique el 100% de los piojos y sus huevos.
El tratamiento es un desafío importante porque el grado de diseminación de la infestación es tal que es muy improbable tener un hijo que haya atravesado su infancia sin haber tenido piojos.

¿Cómo se contagia?
La infección se produce por el contacto cercano entre personas que tienen piojos. El piojo no vuela, no es capaz de nadar, ni salta. Se desplaza bastante lentamente, pero es muy hábil para trepar de un pelo a otro.
Vive en el cuero cabelludo, en donde se alimenta cada 4 a 6 horas picando. Fuera de éste, resiste usualmente 24 horas, y hasta un máximo de 48 horas. Por lo tanto, el contagio por medio de peines, ropa de cama, piletas de natación, etc., es mucho menos frecuente que a través del contacto entre personas.
El inicio de las clases marca el comienzo de la temporada de piojos. La pediculosis no se asocia a malos hábitos de higiene, y aunque las nenas suelen estar más afectadas que los varones, no discrimina por largo del pelo. La edad más común de aparición es entre los 4 y los 12 años.
El piojo humano no pude ser transferido desde ni hacia otra especie (una bendición, si no además de contagiarse entre niños contagiarían al perro también).

¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más frecuentes de la pediculosis son la picazón y la irritación del cuero cabelludo, en general en la zona de la nuca y la parte posterior de las orejas. La picazón y el ardor se originan porque para alimentarse el parásito saliva en el área en la que pica, produciendo una reacción alérgica a su saliva.
Cuanto más alergia a la saliva del piojo, más picazón tendrá la persona afectada. Por esta razón, algunos chicos tienen muchos síntomas y otros casi ninguno. Eso sí: todos los niños, más o menos sintomáticos, contagian por igual.
La infección por piojos no produce muchas más complicaciones que la irritación del cuero cabelludo y algunas infecciones por el rascado, a menos que haya situaciones de mala inmunidad (pacientes inmunosuprimidos) que condicionen infecciones más severas.

¿Cómo diagnosticarla?
Una forma es por observación del cuero cabelludo. Esta técnica es limitada porque requiere de un número enorme de piojos circulantes para poder visualizarlos. Por eso, se recomienda usar un peine fino metálico de dientes largos, que permite arrastrar al piojo que está pegado al cuero cabelludo y que es difícil de distinguir a simple vista. Así se previenen infestaciones masivas.

¿Cómo pasar bien el peine fino?
Para pasar bien el peine fino y encontrar hasta el más mínimo piojillo que haya decidido aterrizar en la cabeza del niño, se debe contar con:
Peine fino metálico
Shampoo (de uso habitual)
Acondicionador (de uso habitual)
Peine común
Toalla
Vaso con agua
Paciencia
Meticulosidad
Las siguientes son instrucciones que pueden parecer una obviedad, pero que nunca están de más.
– Lavar la cabeza con shampoo y colocar acondicionador. No usar los que contienen piojicidas, porque el piojo se vuelve más resistente a los mismos. De todas formas, ni siquiera son eficaces, ya que no sólo se diluyen en el agua, sino que tampoco están el tiempo suficiente en contacto con el piojo.
– Secar el pelo con una toalla para que no chorree. Peinar para desenredar con el peine común.
– Dividir el pelo en sectores y pasar el peine fino. El peine debe rozar el cuero cabelludo; de otro modo, el piojo seguirá pegado al cuero cabelludo.
– Pasar el peine desde la raíz y a lo largo de todo el pelo.
– Verificar en cada pasada si hay piojos o liendres. En caso positivo, enjuagar el peine en un vaso con agua y luego limpiarlo con un algodón o toalla, para que esté sin piojos antes de volver a pasarlo.
– Una vez completados todos los sectores, enjuagar la cabeza.
Si se completa el procedimiento con prolijidad, no creo que sea necesario hacerlo con más frecuencia que una vez por semana, para ver si encontramos nuevos piojos.

¿Existe la prevención?
Pasar el peine fino por lo menos una vez por semana permitirá el diagnóstico temprano y el tratamiento correcto.
La infestación por piojos es difícil de prevenir. El uso de shampoo y lociones con pediculicidas suele inducir resistencia al parásito, por lo que no está recomendado.

Tratamientos
No hay ningún tratamiento que asegure la eliminación de piojos, ninfas y liendres de una sola vez. Es importante tener esto en cuenta porque a veces se considera que el tratamiento fue un fracaso, cuando en realidad fue incompleto.
Para enfrentar a los piojos se dispone distintos tratamientos:

Extracción mecánica con peine fino
Requiere la misma técnica anteriormente descripta para el diagnóstico, pero es necesario repetirla los días 6, 9 y 13 desde el primer día en que se pasó el peine fino para extraer los piojos que puedan haber quedado en la cabeza por su pequeño tamaño.

Aplicación tópica de productos con siliconas
Algunos nombres comerciales: Nopucid Tribit, Nopucid Qubit, Assy Max, Assy Poder Dual.
Son una herramienta novedosa porque no se administran fármacos, sino una variedad de silicona que, en contacto con piojos o liendres, les impide respirar y por lo tanto los asfixia. Para tener éxito, requiere de su correcta y precisa aplicación. Si la silicona no entra en contacto directo con el parásito, no actúa apropiadamente. También hay que pasar el peine fino, para sacar piojos y liendres, pero al estar muertos es más fácil y no requiere tanta dedicación. Se administran mezcladas con aceites para bajar la viscosidad de la silicona. Este método requiere 2 ciclos de tratamiento.
Son de desarrollo argentino (CONICET), y no tienen contraindicaciones.

Aplicación tópica de permetrinas
Algunos nombres comerciales: Nopucid 1 % Loción, Assy Espuma, Sumo Loción.
Son los productos de uso más difundido. Las permetrinas son derivados sintéticos de los piretroides, que se extraen de la flor del crisantemo. Son poco tóxicas para el humano, aunque muy tóxicas para los gatos y los peces, por lo que se discute el impacto que tienen sobre el medio ambiente. Se han usado durante muchísimos años y vienen en muchas formas: loción, shampoo espuma y acondicionadores.
Por ser tan usadas, el piojo ha desarrollado resistencia. Las concentraciones mayores del producto producen irritación de la cabeza, razón por la cual no las recomiendo; las menores, que vienen en shampoo y crema de enjuague, no actúan porque están poco tiempo en contacto. Entonces, si se elige este producto, recomiendo la loción, dejarla el tiempo indicado y pasar prolijamente el peine fino. Es necesario hacer varios ciclos de tratamiento porque no mata los huevos, sino solamente las formas adultas.

Aplicación tópica de organofosforados y organoclorados
Las drogas se llaman Lindano y Malathion.
Sólo se usan para el tratamiento de casos excepcionales ya que son insecticidas potentes. Son sumamente tóxicos.

Administración de antiparasitarios por vía oral
Nombre comercial: Securo.
La ivermectina es un antiparasitario de uso en veterinaria que se probó para el tratamiento de parasitosis más graves como la sarna, con buenos resultados, pero no tiene autorización para su uso en pediculosis ni en Estados Unidos ni en Europa. Actúa del mismo modo que las lociones con permetrinas (es tóxico para el sistema nervioso del piojo) pero al administrarse por boca recorre todo el cuerpo del niño.
Aplicado a la pediculosis, leí sólo un trabajo de investigación. El mismo era un estudio poco fundamentado realizado en Méjico, usando como muestra una población indígena. Hasta que sea probado más profundamente para evaluar posibles efectos adversos, no lo recomiendo para el tratamiento de la pediculosis. A diferencia de lo que puede pasar con la sarna, la pediculosis es una enfermedad que requiere, sin dudas, múltiples retratamientos a lo largo de la vida de un nene, escenario que no ha sido evaluado hasta la actualidad.

Algunos medicamentos naturales o folclóricos
Los más comunes son el aceite y la mayonesa, el vinagre de alcohol, el kerosene y la cuasia amarga.
El aceite y la mayonesa actúan bajo el mismo principio que las siliconas, o sea asfixiar al piojo. Requieren el peine fino, y litros de shampoo para enjuagarlos.
El vinagre de alcohol diluido al medio trabaja desprendiendo la capa de quitina con la que el piojo adhiere la liendre al pelo. Requiere del peine fino porque en realidad sirve sólo para que la liendre se desprenda más fácilmente. Es muy irritante.
El kerosene se usaba cuando no existían otros pediculicidas. Es sumamente tóxico y además inflamable. Contraindicado absolutamente.
La cuasia amarga se extrae del tronco de una planta. Se coloca en alcohol fino y el producto se utiliza luego de dos días de fermentación. Contiene alcohol, por lo que no lo recomiendo por irritante. Hasta ahora no se ha demostrado que sea más efectivo que la aplicación de alcohol solo. Las abuelas dicen que previene que el piojo se pegue.

– Del peine fino no se salva nadie. Para muchas familias es parte de la rutina de higiene, como lo es el cepillado dental. Si al pasar el peine fino se detecta una gran cantidad de piojos, aplicar las lociones siliconadas, y luego el peine fino.

– Hacer tratamientos completos. ¡Ni de menos, ni de más!

– Respetar los intervalos y ser meticuloso con la aplicación de los productos y la técnica del peine. De eso depende el éxito del tratamiento.

– Intentar establecer acuerdos sobre días para la detección y el tratamiento de los piojos entre los amigos y compañeros de escuela. Se reduce así significativamente el número de reinfecciones.

– La ropa y elementos en contacto con los chicos no requieren tratamientos especiales, ya que el parásito vive relativamente poco tiempo fuera de las cabezas.

– Antes de optar por la pastilla de ivermectina, dejemos que el fármaco sea probado en gran escala y ciclos numerosos, bajo condiciones experimentales serias. Mientras tanto, mantengamos la calma y pasemos el peine fino.
– ¡Recuerden! Paciencia y meticulosidad.